miércoles, 28 de abril de 2010

La Bailarina

¡Sácame de aquí! ¡Por favor! Yo sólo quiero bailar al son de la música. No me dejes en este sitio oscuro. ¡Quiero salir! Esta vez haré una pirouette perfecta. ¡Pero déjame salir!

Pero nadie oía a la diminuta bailarina de la caja de música, pues llevaba cerrada desde hacía días y su dueña no le daba cuerda.

martes, 27 de abril de 2010

Aprendiz

Deslizaba sus dedos por el frágil cuerpo, sintiendo bajo sus yemas la piel erizada. Los ojos con la mirada perdida estaban vidriosos como los de una muñeca. Posó levemente su mano en el cuello que minutos antes había estrangulado. Se inclinó para oler su pelo, aspirando fuertemente el perfume que emanaba. Había intentado ser un Jean Baptiste Grenouille sin conseguirlo.

Peter Pan

Yo también fui un niño que hablaba solo y gesticulaba cuando andaba por la calle porque jugaba en su mundo imaginario, luchando con adultos malvados. Yo también quería ser como Peter Pan y me juré no crecer. Pero en esta historia todos hacemos el papel de Wendy, ya no existe Peter Pan

Somos 2 personajes olvidados en un cajón, con historias que alguien contará de pasada. Somos el olvido con anécdotas susurradas al viento. Papeles inventados en un tiempo remoto con tendencia a marchitarnos. Somos sombras de lo que pudimos ser.

domingo, 25 de abril de 2010

El comienzo

La palabra. Es la mejor o, prácticamente, la única forma que tenemos de comunicarnos. Por eso se reconoce el derecho fundamental a la libertad de expresión en el art. 20.1.a) de la CE. Si nos quitaran esa posibilidad no seríamos nada. Hace varias semana tomé la decisión de crear este blog y al día siguiente una persona con la que tengo la mala costumbre de adivinar nuestros pensamientos también me comentó esta posibilidad.
Mi mente a veces se embota de miles de pensamientos que me gustaría compartir y que mi escaso tiempo me lo impide. No sólo quiero escribir mis historias, sino que pretendo poder comentar las películas que vea, las canciones que me emocionen, los temas de actualidad que me disguten, las ideas que me perturben... Se trata de mi legado para la posteridad en el fenómeno de las redes sociales. No pretende tener seguidores fieles, ni que nadie se asombre con lo que escribo, me conformaría con inquietar algunas mentalidades que están adormiladas y favorecer el debate a favor o en contra de lo que diga.
Sólo quiero hacerme oír y ser oída. Todo ello a través de la palabra, ese instrumento tan poderoso y a la vez tan complicado de saber usar. Pero en todo caso, siempre será mi PALABRA.