lunes, 5 de septiembre de 2011

¿Casualidad?

Marcos sintió una gota de lluvia sobre su mejilla. Le pareció muy extraño porque todo el día había hecho un tiempo excelente e incluso ahora, pese a la velocidad, podía observar las estrellas lucir en el cielo despejado. Pensó que tal vez era la señal que estaba buscando desde hacía mucho tiempo para declararse a Sonia, su mejor amiga. Estaba enamorado de ella desde el instante mismo en que se agachó para recoger un papel que se le había caído y la sonrisa más bonita del mundo le deslumbró. Sí, seguro que era el milagro que esperaba para decidirse.

Lo que Marcos no sabía era que no se trataba de una gota de lluvia, si no de una lágrima de Lucía, la chica que iba delante de él en la montaña rusa. El fuerte viento le había hecho llorar y algunas de sus lágrimas llegaron hasta Marcos, mientras otras se perdieron en la inmensidad de los loopings.

Así que no hubo ningún milagro o, ¿tal vez sí? Una casualidad hizo que Marcos se armara del valor que le faltaba para tomar una decisión que cambiaría su vida en un sentido u otro. Puede que los milagros sean el resultado de sucesos aleatorios unidos a una esperanza que nos da el valor que a veces nos falta. O puede que sólo sean lágrimas que parecen gotas de lluvia.