Con el paso de los días empezarás a ser esa clase de recuerdos que al pensar en ellos me dibujan en la cara una sonrisa apenas perceptible, en la que se vislumbra mi nostalgia por la felicidad que me regalaste sin pedirla. El tiempo te convertirá en una sombra de lo que fuiste para mí.
Empezará a jugar con mi mente, mezclando la realidad con mi imaginación hasta que no sepa si mis recuerdos lo son realmente. Intentaré volver a sentir las emociones que me provocaron los momentos que viví contigo, pero poco a poco dejaré de hacerlo. Ya no me apetecerá esforzarme por recordar y vivir el pasado porque preferiré el presente y ese futuro incierto y seductor.
Sin darme cuenta mi enemigo me habrá ganado la batalla y sólo espero que el tiempo tenga piedad de mí y te guarde en esa parte de mi mente y mi alma donde quedan esos recuerdos que ni los siglos pueden borrar. Espero que no te borre por completo. Que no desaparezca tu sombra de mi recuerdo.